México | AFP
Al exalcalde de la ciudad mexicana de Iguala (sur) y su
esposa, detenidos este martes, se les conocía como la “pareja imperial” por la
ostentación de poder con la que gobernaron apadrinados por el narcotráfico
hasta los ataques de septiembre contra estudiantes que dejaron 43
desaparecidos.
Vestidos con la mejor ropa y rodeados del oro de su imperio
joyero, todos en Iguala (Guerrero) conocían la fortuna del alcalde José Luis
Abarca y su esposa.
Entre el asombro y la indignación, México ha ido
descubriendo en las últimas semanas cómo este matrimonio, acusado de ordenar
los ataques contra los estudiantes, tenía el control de una ciudad a 200
kilómetros de la capital sin importar que el alcalde estuviera acusado de
homicidio y su esposa fuera hermana de poderosos narcotraficantes.
En Iguala (140,000 habitantes), muchos no lograban
explicarse cómo el niño que empezó vendiendo sombreros de paja y ropa en la
calle se hubiera convertido en un magnate de este importante centro joyero de
México y en 2012 en alcalde.
LA OPERADORA DEL NARCO
A José Luis Abarca, ahora revocado del cargo de alcalde,
algunos le reconocían su tesón pero otros no podían evitar mirar de reojo a su
esposa, la exuberante María de los Ángeles Pineda.
Desde prisión, miembros del cártel narcotraficante Guerreros
Unidos describen a esta mujer de tez clara y cabello castaño no solo como una
aliada sino como la “principal operadora de actividades delictivas” desde la
alcaldía de Iguala.
La Fiscalía acusó a la pareja de ordenar a su policía
municipal que atacara a decenas de estudiantes la noche del 26 de septiembre,
causando seis muertos y 43 desaparecidos, presuntamente para evitar que los
jóvenes sabotearan un acto público de Pineda, quien tenía intenciones de
suceder a su esposo en la alcaldía en 2015. Abarca y Pineda huyeron de Iguala
dos días después de las desapariciones, cuando aún no había una orden de
detención contra ellos, y se convirtieron en la pareja más buscada de México.
Su fuga concluyó en la madrugada de este martes cuando fueron capturados por
policías federales en Ciudad de México.
“¿QUÉ TRAES, BASURA?”
Conmocionados y avergonzados de que Iguala sea el escenario
de este escándalo internacional, los vecinos usan principalmente dos palabras
para describir a la pareja: soberbia y prepotencia.
María, trabajadora de una pequeña joyería que también vende
dólares a los comerciantes para que paguen a los proveedores de oro, recuerda
el desprecio con el que Abarca la trataba cuando le iba a vender billetes
verdes hace unos cinco años.
“¿Qué traes, basura?”, asegura María que le espetaba Abarca
cuando le llevaba billetes de uno, cinco o 10 dólares. “Era un déspota, todo lo
que fueran menos de 100 era basura para él”, recuerda.
Siempre de punta en blanco, con vestidos y accesorios finos,
la primera dama local presidía un centro público de protección a la infancia
bajo la dirección de Lucero Muñoz, esposa del hermano de Abarca.
De trato frío y altivo, muchos en la ciudad aseguran que era
Pineda quien mandaba dentro y fuera de la alcaldía.
“Les teníamos miedo”, reconoce una funcionaria.
Los dos detenidos se habían convertido en la pareja más
buscada por las autoridades policiales de México.
"Que lo hagan hablar, (...) se le tiene que interrogar,
porque él (José Luis Abarca) sabe dónde están los estudiantes".
Manuel Martínez, vocero del comité de padres de los 43
desaparecidos.
SE ESCONDÍAN EN UNA CASA RENTADA
JUSTICIA • Policías federales detuvieron este martes en la
madrugada al exalcalde de Iguala (sur), José Luis Abarca, y su esposa enun
operativo sin violencia en una populosa zona del oriente de la capital,
informaron las autoridades.
La pareja fue localizada en una casa rentada de la populosa
delegación de Iztapalapa, al este de la capital, según informó en su cuenta de
Twitter el periodista Joaquín López-Dóriga, conductor del noticiero más visto
en México.
“Que lo hagan hablar, (...) se le tiene que interrogar”
porque “él sabe dónde están” los estudiantes, dijo a la AFP Manuel Martínez,
uno de los voceros del comité de padres de los 43 desaparecidos.
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