La amenaza de un terremoto es latente y su ocurrencia
impredecible. Tras el terremoto de 8.2 grados el martes en Chile, la Red
Sísmica Nacional del Ineter, registra 17 sismos desde el primero de abril,
siendo el más relevante el ocurrido ayer a mediodía en el Triángulo Minero, de
3.8 grados en la escala Richter. Este
temblor no dejó daños ni materiales ni humanos. El Gobierno llama a la calma y
a estar vigilantes ante una emergencia. Mientras, en Chile continuaban las
réplicas, y Panamá registró un sismo de magnitud 6.0.
17 temblores en menos de 48 horas
Luego del terremoto de 8.2 grados que sacudió el norte de
Chile la tarde del pasado martes, en Nicaragua la Red Sísmica Nacional había
registrado desde las cero horas del 1 de abril hasta las seis de la tarde de
ayer, un total de 15 sismos, siendo el de mayor relevancia uno registrado en el
Triángulo Minero, de 3.8 grados en la escala Richter.
En Chile se han registrado más réplicas del terremoto, y
ayer a las 10:13 am ocurrió un fuerte sismo en Panamá, con magnitud 6.0 grados
en la escala Richter.
“Creemos que debemos estar vigilantes, estar en alerta, sin
pánico, sin temor”, manifestó Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de
Comunicación y Ciudadanía, y agregó que es muy importante que las familias
conozcan muy bien los lugares donde habitan, para poder salir al momento en que
ocurra una emergencia.
La amenaza es latente y ante una situación de emergencia de
este tipo, las autoridades recomiendan a la población mantenerse bien
informados, pero sobre todo mantener la calma y tomar previsiones.
Impredecibles
“No hay un comportamiento sistemático de los sismos en
ninguna parte del planeta, más bien son eventos que ocurren de forma
inesperada, no existe en el mundo un mecanismo para determinar si en alguna
región ocurrirá en serie o de manera aislada algún tipo de sismicidad”, expresó
el geólogo Dionisio Rodríguez, director del Instituto de Geología y Geofísica,
de la UNAN-Managua.
El
especialista explica que los temblores ocurren debido a que el planeta siempre
está en constante movimiento de traslación alrededor del Sol, de rotación sobre
su propio eje, así como con movimientos internos asociados a la energía que
proviene del interior de la Tierra.
“Esa
energía es la que hace moverse a las placas tectónicas que son como un
rompecabezas que forma la corteza de la Tierra, y esa energía interna hace
posible que las placas tengan esos movimientos milimétricos que algunas veces
podemos percibir en la superficie, o a veces son movimientos centimétricos, que
son los que más fácilmente podemos sentir en forma de sismos fuertes o
terremotos”, indicó el geólogo.
Agregó que
lo que las personas perciben es la vibración por la liberación de energía que
se produce en esas fallas que tienen la capacidad de moverse de un lado con
relación a otro, de su ruptura.
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