Roma | AFP
El papa Francisco, el primer pontífice jesuíta en la
historia de la Iglesia católica, celebró el sábado los 200 años del
restablecimiento de los jesuitas con un llamado a no temer las dificultades.
La Compañía de Jesús, fundada en 1640 por San Ignacio de
Loyola, fue disuelta por Clemente XIV en 1773, fundamentalmente debido a los
temores provocados por su poderío real o supuesto.
"La barca de la compañía fue sacudida por las olas y
eso no es nada excepcional", declaró el sumo pontífice argentino durante
una ceremonia celebrada en la iglesia del Santo Nombre de Jesús, en el centro
de Roma.
"La barca de Pedro también puede serlo hoy. La noche y
el poder de las tinieblas nunca están lejos", agregó el sucesor de San
Pedro.
Ante las dificultades, los jesuitas del final del siglo
XVIII "no resistieron al conflicto tratando de salvarse a sí mismos (...).
No se escapa jamás al conflicto con juegos de manos", explicó el papa.
Lo importante es "vivir en el espíritu de caridad, de
unión, de obediencia, de paciencia, de simplicidad evangélica, de amistad
verdadera con Dios. El resto no es más que mundanidad", insistió Jorge
Bergoglio.
La Compañía de Jesús, restablecida el 7 de agosto de 1814
por Pío VII, volvió a desarrollarse nuevamente sobre todo en las actividades
misioneras y en la docencia.
Actualmente es una de las principales órdenes religiosas
masculinas católicas, con aproximadamente 19,000 miembros que a los
tradicionales votos de pobreza, castidad y obediencia agregaron el de
obediencia incondicional al papa.
(...) "Ellos sabían que estaban encargados, después de
la prueba de la cruz, de la gran misión de llevar la luz del Evangelio hasta
los confines de la Tierra. Así es como debemos sentirnos hoy: de salida, en
misión", señaló.
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