España | EFE
Cuatro años después
de su última gira por España, Alejandro Fernández ha regresado en loor de
multitudes al Palacio de los Deportes de Madrid, con una gira de sabor añejo
que reivindica la exuberancia de las canciones inmortales de la década de los
70 y, cómo no, de las fiestas mariachis de su Jalisco natal.
Unas 10,000 personas, con el aforo prácticamente agotado,
han disfrutado de este espectáculo en el que el llamado "Potrillo de
México”, impolutamente vestido de charro o de traje y corbata, ha vuelto a
acelerar corazones con la interpretación de temas pasionales como
"Mátalas" y el clásico "Hoy tengo ganas de ti".
Esta vez no ha sufrido una noche tan aciaga como la de 2010,
cuando vino a presentar su anterior disco, “Dos mundos” (2009), en el que las
deficientes condiciones técnicas del sonido impidieron disfrutar de un
concierto de altura.
Por el contrario, las cerca de dos horas de música han
dejado un buen sabor de boca a sus incondicionales, la mayoría mujeres y muchas
de ellas arrebatadas por el que está considerado como uno de los latinos más
guapos del mundo, cosa con la que el mexicano juega cuando avisa que va a
“desnudarse... musicalmente”.
La excusa que lo ha traído de vuelta, es la presentación en
vivo de “Confidencias” (2013), su decimoctavo disco de estudio y el último en
el mercado. Este álbum es una colección de versiones de temas de los años 70,
muchos con sello español, y cuyo esplendor instrumental se ha visto bien
reflejado gracias a una producción fastuosa y una banda de nueve músicos y tres
coristas.
Una de las piezas de este nuevo álbum es “Cóncavo y
convexo”, la sensual canción que escribiera y popularizara el brasileño Roberto
Carlos; con ella, “El Potrillo” dio comienzo el espectáculo tras unos minutos
de retraso.
“Es un placer estar con ustedes en la bellísima ciudad de
Madrid, es y ha sido muy larga la espera, pero regreso entregando alma, corazón
y vida con nuestras confidencias”, confesó el artista.
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