Miami | AFP
Las zonas
de riesgo desde el Caribe a Estados Unidos deben estar preparadas para la
temporada de huracanes que arranca este domingo, porque nunca se sabe dónde
golpeará la próxima tormenta, advirtió el jueves en Miami un encargado de
vigilar los huracanes.
“Aunque las
probabilidades de sufrir un impacto severo donde vives sean relativamente
pequeñas este año, las consecuencias de no prepararse son muy altas”, dijo el
director del Centro Nacional de Huracanes de la Agencia Estadounidense Oceánica
y Atmosférica (NOAA), Rick Knabb, en entrevista con la AFP.
La
actividad de la temporada 2014, que comienza oficialmente el 1 de junio y
termina, como todos los años, el 30 de noviembre, estará “cerca o debajo del
promedio”, con entre ocho y trece tormentas tropicales, de las cuales entre
tres y seis pueden transformarse en huracanes, pronosticó la NOAA la semana
pasada.
La
evolución de la corriente El Niño debería atenuar la actividad de los
huracanes, según la agencia.
Estar
preparados
Pero “sin
importar las previsiones para la temporada, de lo que El Niño haga, de cuántos
años hayan pasado desde que sufrimos un impacto, tenemos que prepararnos igual
porque cada año es diferente (...) y no podemos predecir a dónde se dirigirá
una tormenta cuando se forme”, señaló Knabb, en las oficinas del Centro
Nacional de Huracanes en Miami, Florida (sureste).
El año
pasado la NOAA había anunciado una activa temporada de huracanes, con entre
tres a seis huracanes, pero en definitiva fue la más calma desde 1982, con 13
tormentas, solo dos de las cuales se convirtieron en huracanes.
“Las
previsiones no tienen una precisión exacta, como se puso en evidencia el año
pasado”, admitió Knabb.
“Pero
aunque pudiéramos emitir un pronóstico perfecto en términos de número de
huracanes y tormentas, no sabríamos hacia dónde van a ir los huracanes y las
tormentas” una vez formados en el océano, insistió.
Primer
huracán
Adelantándose
al inicio oficial de la temporada, Amanda se convirtió el fin de semana pasado
en el primer huracán de la temporada, a cientos de kilómetros de la costa de
México en el Pacífico.
Actualmente
degradada a depresión tropical, Amanda ha provocado lluvias en México que han
dejado tres muertos.
Pese a que
Estados Unidos resultó ileso el año pasado, México se vio afectado por cinco
tormentas tropicales y tres huracanes, que dejaron más de 150 muertos y 1.7
millones de damnificados.
Centro
Nacional de Huracanes señala que aunque las probabilidades de sufrir un impacto
sean bajas en determinada zona, el no estar preparados es muy riesgoso.
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