A 12 días
del terremoto de 6.2 grados en la escala Richter, que se sintió en toda la
franja del Pacífico y que causó los mayores daños en el municipio de Nagarote,
la sismicidad aún no cesa en la zona donde se originó el epicentro, por lo
tanto, el Gobierno mantiene la Alerta Roja para los departamentos León y
Managua, mientras el resto del país empieza a volver a la normalidad.
Con el paso
de los días, los temblores han venido disminuyendo. Por ejemplo, desde el medio
día del domingo hasta el cierre de esta edición, la Red Sísmica Nacional
registraba 24 sismos, de los cuales 17 se localizaron cerca del volcán
Momotombo, y sus magnitudes variaron entre 0.8 y 2.9 grados en escala Richter.
Los demás se localizaron cerca de Nagarote, uno cerca de Los Brasiles, y el
resto en el océano Pacífico.
“Hemos
tenido (ayer) un sismo cerca de Estelí, extrañamente. Dicen que de vez en
cuando se producen estos sismos, en un fallamiento local que hay a 12
kilómetros al norte de esa ciudad. Fue de 2.8 grados, a 18.4 kilómetros de
profundidad. Tuvimos tres sismos en el océano Pacífico, el mayor de 4.2 grados,
y otro en el Pacífico de El Salvador. Y bueno, hemos estado trabajando desde el
Ineter en la vigilancia”, informó Rosario Murillo, coordinadora de la
Secretaría de Comunicación, durante su comparecencia habitual.
Murillo
afirmó que poco a poco se irá recuperando la normalidad, pero admitió que
todavía hay indicios de que pueden ocurrir más réplicas.
“Eso es
matemático. Eso se puede concluir, después de un sismo grande casi siempre hay
muchos sismos pequeños, y uno que otro que puede ser hasta de 5 grados o un
poco más, y te golpean con más intensidad en las zonas cercanas al epicentro”,
expresó.
Descartan
erupciones
El informe
que surgió de las investigaciones realizadas por sismólogos, vulcanólogos y geólogos
nacionales y extranjeros, descarta que los eventos sísmicos ocurridos en el
Lago de Managua sean producto de actividad de los volcanes Momotombo y
Apoyeque.
El informe
detalla que “no hay evidencia científica que demuestre una posible erupción
volcánica en las circunstancias actuales” en Nicaragua.
El informe
indica que los sismos continuarán, y aunque la tendencia de estos es a
disminuir en magnitud y frecuencia, no se descarta que ocurran eventos de mayor
magnitud --de entre 5 y 6 grados--, aunque menores en intensidad al sismo
principal de 6.2, ocurrido el pasado jueves 10 de abril.
Fumarolas
en Nindirí
Con
respecto al reporte de fumarolas observadas el pasado 11 de abril, en el patio
de la vivienda de la señora Gray Casco, de la comarca Buena Vista, del
municipio de Nindirí, en el departamento de Masaya, se procedió a realizar una
inspección por parte de la Defensa Civil, del Instituto de Estudios
Territoriales, Ineter, del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales,
Marena, y de los Bomberos.
El informe
de la inspección determina que el surgimiento del orificio principal puede
considerarse como un producto del colapso de una pequeña fuente de colada de
lava subterránea que se ubica en la zona y que posteriormente se enfrió.
La grieta
presenta pequeñas fracturas por donde fluyen temperaturas de origen termal, que
producto del sismo ocurrido el viernes 11 de abril pudo haberse abierto en este
sitio, generando salida de vapor caliente hacia la superficie.
No
obstante, las autoridades señalaron que esta manifestación geológica no
representa ningún riesgo o amenaza para los habitantes de la vivienda, ya que
no presenta emanaciones de gases tóxicos para las vías respiratorias, ni otros
hundimientos en el resto de la propiedad que sean significativos.
El sistema
de fallas ya conocidas en Managua, podría activarse ante un sismo de gran
magnitud en el Lago de Managua, produciendo daños en la ciudad.
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