martes, 11 de noviembre de 2014

Mexicanos siguen enardecidos por Desapariciones


Acapulco, México | AFP

Padres de los 43 estudiantes mexicanos posiblemente masacrados y manifestantes bloquearon durante tres horas el aeropuerto del turístico balneario de Acapulco (sur), en una nueva protesta por este crimen que ha generado la peor crisis del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los manifestantes se apostaron con palos y barras metálicas en los accesos del aeropuerto, después de una marcha donde sostuvieron un choque con policías, que dejó una veintena de agentes heridos.

Felipe de la Cruz, vocero de los padres de familia, había adelantado que el bloqueo de la terminal se prolongaría tres horas y sería pacífico.

“No afecta nada que se cierre un aeropuerto” por unas horas, frente a la brutalidad del crimen contra nuestros hijos, subrayó.

TURISTAS AFECTADOS

La protesta dejó a muchos turistas sin poder ingresar al aeropuerto y provocó la cancelación de los vuelos de tres aerolíneas, entre ellas la estadounidense United Airlines, con su ruta Acapulco-Houston (Texas, sur de Estados Unidos).

Desde temprano, miles de manifestantes --la mayoría estudiantes, además de maestros y de campesinos, que iban a manifestarse en Acapulco-- decidieron enfilar hacia el aeropuerto, pero policías antimotines les impidieron el paso en un primer momento.

Los manifestantes, la mayoría encapuchados, reaccionaron lanzando piedras contra los policías.

CONTIENEN REPRESIÓN

Tania Gómez, vendedora de ropa de 26 años, tenía un vuelo hacia Ciudad de México para ir de vacaciones a Los Ángeles.

“Esto es preocupante, porque estamos al borde de pura inseguridad. Yo me siento asustada de ver tanta gente con palos y la cara tapada”, dijo la mujer.

El nuevo gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, aseguró que no piensa “reprimir” las protestas, pero hizo un llamado “para que no se destruya la economía de Guerrero”, uno de los estados más pobres de México.

La protesta exige al Gobierno que siga la búsqueda y encuentren con vida a los 43 estudiantes.

VIAJE Y MANSIÓN

Pese a las fuertes protestas, en una de las cuales se llegó a intentar derribar y quemar la puerta del palacio nacional, Peña Nieto partió el domingo a una gira de seis días por China y Australia para las cumbres de APEC y G20.

El viaje irritó a los padres y a los compañeros de los desaparecidos, para quienes este caso no está para nada cerrado.

“Peña asesino quédate en China”, pintaron los estudiantes en paredes del aeropuerto de Acapulco.

Cuando ya volaba a China, el presidente se vio envuelto en otra controversia.

El sitio de noticias de la periodista Carmen Aristegui informó que la pareja presidencial compró una lujosa mansión en Ciudad de México valorada en US$7 millones.

La casa era propiedad de una firma mexicana que participa en un consorcio, encabezado por la compañía China Railway Construction Corporation, que el 3 de noviembre obtuvo la licitación para construir el primer tren de alta velocidad en México y América Latina por más de US$3,700 millones.

Tres días después, Peña Nieto revocó esta concesión tras cuestionamientos sobre la transparencia de licitación, en el que ese consorcio fue el único postor.

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