viernes, 7 de marzo de 2014

Panamá no pedirá Disculpas


Panamá no pedirá disculpas a Venezuela por “propiciar el diálogo en ese país”, pese a la ruptura de relaciones diplomáticas decidida unilateralmente por Caracas, aseguró ayer el presidente panameño, Ricardo Martinelli, en su cuenta de Twitter.

Mientras, en Venezuela se elevó a 20 el número de muertos desde que iniciaron las protestas. Un policía antimotines y un civil fueron alcanzados por impactos en el enfrentamiento de ayer. Hasta nuestro cierre, los países miembros de la Organización de Estados Americanos, OEA, debatían en una reunión extraordinaria un proyecto de resolución para llamar al diálogo y condenar la violencia en Venezuela.

La sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue convocada a solicitud de Panamá, para debatir una propuesta de ese país de llamar a una consulta de cancilleres que analice la crisis venezolana.

El embajador mexicano, Emilio Rabasa, dijo a la prensa que era imposible alcanzar los votos para aprobar una propuesta que no fuera encaminada a producir una declaración “política” de llamado al diálogo, rechazo a la violencia y respeto a los derechos humanos. “El Consejo está enfocado en hacer una declaración (...) fundamentalmente llamando al diálogo, lo que pasa es que va a haber evaluaciones distintas respecto al contenido del diálogo que está ocurriendo ahora”, adelantó por su lado el secretario del organismo, José Miguel Insulza.

Venezuela sigue violenta

Los incidentes de ayer estallaron al día siguiente de que Maduro llamara “a las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (grupos de militancia civiles), a los obreros y campesinos, a hacer valer la orden de nuestro comandante Hugo Chávez: candelita que se prenda, candelita que apagamos con nuestro pueblo”.

Testigos relataron a medios locales que ayer al menos un individuo no identificado disparó contra un grupo de civiles en motocicleta, mientras estos intentaban levantar una barricada colocada en el este de Caracas por sectores opositores al gobierno.

Producto de la balacera resultaron heridos mortalmente un miembro de la Policía antimotines y uno de los motociclistas, cuyos compañeros intentaron ingresar por la fuerza a edificios vecinos desde los cuales eran atacados a pedradas por los residentes.

Por la tarde, en Altamira, en el acomodado municipio caraqueño de Chacao, nuevamente se registraron choques entre policías nacionales y decenas de estudiantes, que atacaron con piedras y con algunas bombas incendiarias. Las fuerzas del orden, que los dispersaron con gases, detuvieron a 15 personas, según la alcaldía.

Advierten guerra civil

El presidente Nicolás Maduro puede estar sembrando “las semillas de una guerra civil”, acusó por su lado el secretario ejecutivo de la variopinta alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Guillermo Aveledo.

Es “la cabeza del Ejecutivo Nacional, quien desde el Paseo Los Próceres en un desfile cívico-militar, ordenó a consejos comunales, ‘colectivos’ y organizaciones de campesinos disolver las guarimbas (manifestaciones). Es una respuesta irracional”, criticó Aveledo.

La presencia de civiles armados afines al Gobierno que se movilizan en motocicletas para amedrentar o agredir a opositores ha sido una denuncia constante de los antichavistas, mientras desde el Gobierno niegan su existencia y retrucan que hay francotiradores mercenarios a sueldo de la ultraderecha.

Abren mesa de diálogo

En un intento por frenar las protestas, el Gobierno instaló ayer una mesa de diálogo en San Cristóbal, cuna de las protestas, y en la frontera con Colombia. Esta es la primera mesa de diálogo regional, luego de la apertura de una nacional en Caracas por Maduro, la cual fue boicoteada por los estudiantes y la MUD, liderada por Henrique Capriles, derrotado en las elecciones presidenciales de abril con 49% de sufragios.

El Gobierno sostiene que las protestas son parte de un golpe de Estado en desarrollo a cargo de lo que define como grupos fascistas, con participación de Estados Unidos y sectores de Colombia.

Maduro incluyó el miércoles entre los responsables al Gobierno panameño por haber convocado la reunión de la OEA, con lo que dijo se busca justificar una invasión.

Ayer, desde Ginebra, cuatro relatores de las Naciones Unidas en las áreas de derechos humanos, libertad de expresión, libertad de asociación y tortura reclamaron a Caracas que investigue en forma urgente “las denuncias de numerosos casos de detención arbitraria de manifestantes”.

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