Washington | EFE
La directora del Servicio Secreto de EE.UU.,
Julia Pierson, presentó ayer su dimisión bajo el peso del escándalo creado por
la entrada de un intruso en la Casa Blanca, que sumado a otros fallos ha
llevado al presidente Barack Obama a considerar que “se necesita un nuevo
liderazgo” en esa agencia.
La dimisión de Pierson llegó apenas horas
después de que empezaran a derrumbarse los apoyos a su gestión en el Congreso
estadounidense, que el martes dedicó una audiencia entera a examinar su
capacidad para liderar el cuerpo encargado de la seguridad presidencial.
“En los últimos días, ha habido varios
informes recientes que plantean dudas sobre el desempeño del Servicio Secreto y
el presidente ha concluido que se necesita un nuevo liderazgo en esa agencia”,
aseguró ayer el portavoz de la Casa Blanca, JoshEarnest, en su conferencia de
prensa diaria.
LOS ESCÁNDALOS
El último escándalo surgió el pasado 19 de
septiembre, cuando Omar J. González, un veterano de Irak con supuestos
problemas mentales, logró entrar armado con un cuchillo en la Casa Blanca y
acceder al primer piso de la residencia presidencial.
En un primer momento el Servicio Secreto
aseguró que el intruso no iba armado y que fue detenido en cuanto cruzó la
puerta de entrada, pero el martes Pierson tuvo que admitir ante el Congreso la
veracidad de los informes del Washington Post, que contradecían esa versión.
El perro que tendría que haber sido soltadocuando
González saltó la verja del jardín, no lo fue. La puerta dela Casa Blanca no
estaba cerrada ni tenía un sistema de cierre activable a distancia.Además, en
el Pórtico Norte no estaba el guardia pertinente y la alarma que debía avisarlo
había sido silenciada por funcionarios del edificio que la consideraban
molesta. Para colmo, el agente que interceptó a González ya no estaba de
servicio, y pasaba por la SalaEste de casualidad a su salida del trabajo.
EL ELEVADOR
El Post también reveló que el pasado 16 de
septiembre,Obama y un hombre armado y con antecedentes penales compartieron
ascensor en Atlanta porque el Servicio Secreto no le sometió a la investigación
delictiva que estipula el protocolo.
Además, en 2011 un hombre disparó contra el
piso superior de la Casa Blanca, con una de las hijas del presidente en el
interior, y los agentes tardaron cuatro días en reconocer que había habido un
ataque armado, gracias a que una empleada del hogar descubrió cristales rotos y
restos de cemento. En esa ocasión también se acusó al Servicio Secreto de falta
de transparencia con el Congreso y los ciudadanos.
Un año después, un sonado escándalo
internacional obligó a endurecer las normas de la agencia y derivó en el
nombramiento de la primera directora mujer: 12 agentes llevaron prostitutas a
sus habitaciones de hotel antes de la visita de Obama a Cartagena de Indias
(Colombia) para asistir a la Cumbre de las Américas.
OBAMA TELEFONEA
Obama telefoneó hoy a Pierson para agradecer
sus más de 30 años de “servicio a la agencia y al país”, poco antes de que el
secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, que supervisa al Servicio
Secreto, anunciara que había aceptado la dimisión de la funcionaria.
“Pierson ha presentado su dimisión porque
piensa que es lo mejor que puede hacer por la agencia a la que ha dedicado su
carrera. El secretario Johnson está de acuerdo con esa decisión y el presidente
(Obama) también lo está”, afirmó Earnest.
“El Congreso ha perdido la confianza en mi
capacidad para dirigir la agencia. Y los medios han dejado claro que esto es lo
que esperaban”, dijo Pierson en una entrevista con Bloomberg News.
Un hombre armado que entró a la Casa Blanca y
un sujeto con arma y con antecedentes que compartió un elevador con Obama, son
dos de los casos más sonados.
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