fuente:Estados Unidos | el nuevo diario
¿Rubia? Sí.
¿Hermosa? También. A sus 27 años, la joven Kennedy Summers no solo consiguió el
título de Playmate 2014, sino que ha impactado a los medios de comunicación
estadounidenses, gracias a que dejó claro que no es una conejita Playboy más
que aspira a vivir de su belleza en el reino construido por Hugh Hefner, sino
que desea seguirse cultivando intelectualmente.
Summers,
cuyo padre es funcionario de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados
Unidos y su mamá una lingüista rusa, es antropóloga y tiene una especialización
en administración.
Su belleza
cautivó y en mayo fue escogida como Playmate, un título que llevó a sus arcas
la nada despreciable suma de cien mil dólares, dinero que pretende invertir en
continuar sus estudios de medicina.
“Quiero
especializarme en cirugía plástica reconstructiva”, dijo la chica a la prensa
estadounidense, y explicó que costeará esos estudios con el dinero de Playboy.
Visionaria
Summers
empezó a estudiar medicina luego de graduarse en antropología y durante la
realización de la premiación de Playmate 2014, la revista destacó los logros
profesionales de su conejita y subrayó que, además, habla francés y alemán.
“Como Playmate 2014, mi misión es colaborar en
el crecimiento de Playboy, tal como ha sido siempre, para romper las fronteras
y avanzar hacia el futuro”, aseveró la joven en esa oportunidad.
Así que
Summers se está erigiendo como ejemplo de que la belleza y la inteligencia no
necesariamente tienen que estar divorciadas y sobre todo que el dinero ganado
en concursos considerados frívolos por muchos puede ser productivo siempre y
cuando se invierta de la manera en que ella piensa hacerlo.
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