La ola de
calor que sofoca a millones de nicaragüenses es ya un fenómeno irreversible no
solo para Nicaragua, sino que es parte de las consecuencias del cambio
climático a nivel mundial, por lo cual la población debe seguir algunas
recomendaciones médicas y evitar una hipertermia, sobre todo entre niños y
ancianos.
“Hay
adultos mayores que ante una ola de calor pueden sufrir de hipertermia, que es
una situación en la que la persona experimenta un aumento de su temperatura
corporal por encima de los límites normales, es decir, más de los 37.5 grados”,
advirtió el médico internista Marcio Arteaga Berríos.
El especialista recomienda a las personas evitar exponerse
directamente al sol, tomar abundante líquido, sobre todo jugos de frutas
naturales para hidratar el cuerpo, buscar lugares frescos y evitar permanecer
en sitios cerrados y sin ventilación.
“Las más afectadas son personas que padecen de diabetes,
hipertensión y también los niños. Es bueno bañarse varias veces al día para
ayudar a refrescar”, sugirió el doctor Arteaga.
La dirección del Meteorología del Instituto Nicaragüense de
Estudios Territoriales, Ineter, ha registrado en los últimos días temperaturas
máximas de hasta 38 grados centígrados en los departamentos de Chinandega, León
y Managua, pero que la población las percibe como si fueran hasta de 40 grados,
debido al efecto invernadero o de bochorno, el cual es un fenómeno que se
presenta de manera global.
“En Nicaragua hay registros de aumentos de hasta 0.7 grados
en la temperatura promedio del país en los últimos diez años, y lo que marca es
una tendencia a su incremento, y eso tiene un impacto en la vida cotidiana de
la gente, en actividades como la agricultura, en temas de acceso al agua… ahora
mismo hay quejas por falta de agua en varias partes del país”, plantea Víctor
Campos, subdirector del Centro Humboldt.
Un asunto serio
Agregó que “son repercusiones inmediatas que ya se están
sintiendo, y que entre la ciudadanía se perciben como algo que ocurre
esporádicamente, pero debería tomarse con seriedad porque ya es una tendencia
de carácter irreversible”.
Campos
explicó que, en Nicaragua, el aumento en las temperaturas se debe en parte a la
desaparición acelerada de la cobertura boscosa, lo que a su vez influye para
que exista poca disponibilidad de fuentes de agua de calidad para el consumo
humano.
Precisamente
para abordar este fenómeno, se realiza en Managua un seminario regional que
concluye hoy, organizado por la Red Suswatch Latinoamérica, bajo el título:
Incidiendo desde América Latina para un acuerdo justo, equitativo e incluyente,
donde ambientalistas y profesionales de diferentes disciplinas buscan
alternativas viables para enfrentar los desafíos ante los impactos de un clima
cambiante.
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