viernes, 14 de noviembre de 2014

Símbolo sexual Moderno


Estados Unidos | EFE 

Dos décadas es el tiempo que lleva Scarlett Johansson apareciendo en la gran pantalla. Su debut fue en 1984 cuando participó en la película North, con solo diez años, y a punto de cumplir los treinta ya suma más de cuarenta películas, convertida en una de las actrices mejor valoradas del mundo.

Nació el 22 de noviembre de 1984 en un hogar de clase media de Nueva York. Hija de un arquitecto danés y de una cinéfila de origen polaco; comenzó desde la infancia a dar vueltas por los platós, en busca de un papel.

Su madre la llevaba a audiciones para anuncios, pero, como sufría intensamente los rechazos, la limitaron solo a pruebas para películas, donde finalmente reconocieron su talento.

Tras varios papeles secundarios, comenzó a ser reconocida en 1998 por su papel en la exitosa “The Horse Whisperer”, de Robert Redford.

Pero fue en 2003 con la cinta independiente “Lost in Translation”, de Sofía Coppola, con la que alcanzó el reconocimiento mundial, que le valió el Premio Bafta del cine británico a la mejor actriz.

LA MÁS BELLA

Volvió a recibir críticas favorables de la prensa internacional cuando se transformó en Griet en la película “Girl with a Pearl Earring”.

“Bella, experimentada y con talento”, ha dicho de ella Woody Allen, un director con muy buen ojo para elegir actores pero que no suele prodigarse en alabanzas con nadie.

El director la eligió con 21 años para interpretar a Nola Rice, en “Match point” (2005); a Sondra Pransky, en “Scoop” (2006); y para dar vida a la sexy Cristina, en “Vicky Cristina Barcelona” en el 2008.

La sensualidad y la belleza que destila la joven actriz de ojos verdes, dentro y fuera de las pantallas, la han colocado en el top de las mujeres más deseadas del mundo.

En el año 2006 fue considerada la mujer más sexy del mundo, según la encuesta anual de la revista para hombres FHM.

También fue nombrada ‘la mujer viva más sexy’, por la revista Esquire en 2006 y se convirtió en la única mujer reconocida con el título por segunda vez, en 2013.

Pero ella no se conforma con ser una cara bonita y se dedica también a actuar en diversas obras de teatro y ha grabado dos álbumes como cantante.

APOYA CAUSAS SOCIALES

Protagonista de numerosas campañas publicitarias que aprovechan su gran popularidad, Johansson procura dejar algo de su escaso tiempo libre en campañas benéficas como la que emprendió en 2005 junto a figuras del espectáculo como Bono, Claudia Schiffer y Paul McCartney para presionar a los gobiernos para que ayuden a erradicar la pobreza en el mundo.

En 2010 uno de sus admiradores pagó más de 69,000 dólares para conocer a la actriz, mediante la subasta de una cita a través de internet, en la que el dinero conseguido fue destinado a la ONG Intermón Oxfam, para apoyar a Haití.

Precisamente, este año renunció como embajadora de esa organización tras protagonizar un anuncio de la compañía israelí de máquinas de refrescos Sodastream, radicada en un asentamiento judío y que recibió miles de críticas palestinas.

QUIZÁS POLÍTICA

Sin embargo, recientemente no descartó abrirse futuro en un nuevo frente de batalla: la política.

“No pongo límite a las posibilidades; si tuviera más tiempo, podría concentrarme más en la política, no lo descarto”, declaró este año a la revista Harper’s Bazaar. Estuvo casada con el actor Ryan Reynolds, del 2008 al 2011, y actualmente está comprometida con el periodista francés Romain Dauriac. Pero de su vida privada prefiere nunca hablar.

Se convirtió en madre de Rose Dorothy el pasado 4 de septiembre pero ya ha reaparecido y al parecer Marvel baraja la posibilidad de hacer una película de su personaje de la “Viuda Negra”. Pese a su embarazo no ha dejado de actuar. Desde su participación en “Iron Man 2” en 2010, se ha acercado a los papeles de superhéroes con participaciones en “The Avengers” en 2012 y “Captain America: The Winter Soldier” este año. Johansson parece que no sabe parar. Tampoco quiere.

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