Pekín, China | AFP
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, fue de los
últimos en llegar este lunes a la cumbre de la APEC en Pekín, dejando atrás un
país conmocionado por la posible matanza de los 43 estudiantes desaparecidos y
un nuevo escándalo que sacude a esposa.
El presidente mexicano, que vino acompañado por la primera
dama, Angélica Rivera, participará durante dos días en esta cumbre de
mandatarios y representantes de los 21 integrantes del Foro de Cooperación
Económica Asia Pacífico, APEC, que encadenará con una visita de Estado a China.
La presencia del presidente mexicano en Pekín genera
expectativas tras su decisión de anular la licitación para construir una línea
de tren de alta velocidad que había ganado un consorcio liderado por una
empresa china.
La empresa china de ferrocarriles CRCC estudia emprender
acciones legales por la decisión del presidente mexicano de anular la
licitación.
TENDRÁ UN ENCUENTRO CON SU HOMÓLOGO CHINO, XI JINPING
Sin duda, puede ser uno de los asuntos que surjan el jueves
durante su encuentro con su homólogo chino, Xi Jinping, en el marco de su
visita al gigante asiático, el segundo socio comercial de México, por detrás de
Estados Unidos.
Durante su viaje, Peña Nieto se ha visto también sorprendido
por un escándalo destapado por la prensa que asegura que su esposa compró una
lujosa mansión en 2012, valorada en siete millones de dólares, a una empresa
mexicana asociada precisamente al grupo chino que ganó la licitación.
La oficina de Peña Nieto reaccionó al reporte recalcando que
la vivienda fue adquirida únicamente por la primera dama, una popular exactriz
de telenovelas.
La pareja presidencial llegó a tiempo a Pekín para asistir a
la cena de gala brindada por el anfitrión de la reunión, rodeada de fasto y
espectacularidad, en el cubo acuático, uno de los edificios emblemáticos
construidos para los Juegos Olímpicos de 2008.
Como el resto de los invitados, posaron sonrientes para la
foto con los anfitriones, vestidos ella con un vestido azul claro de corte
chino y una especie de túnica de color verde oscuro azulado por encima, y él
con una especie de chaqueta sin cuello de color vino sin cuello, del mismo tono
que llevaba el presidente estadounidense, Barack Obama.
Es habitual que en las reuniones de la APEC los
participantes se vistan con ropa típica del país donde se celebra.
CRISIS POLÍTICA SIN PRECEDENTES
Peña Nieto se enfrenta a la peor crisis desde que en 2012
asumió la presidencia a raíz de la desaparición de 43 estudiantes en la noche
del 26 de septiembre en la localidad de Iguala, en el Estado de Guerrero, tras
ser brutalmente atacados por policías locales y entregados a sicarios que los
habrían asesinado, incinerado y arrojado los restos a un río.
El mandatario justificó durante una escala técnica en Alaska
(Estados Unidos) su decisión de viajar al asegurar que sería una
"irresponsabilidad" no estar en un evento como la APEC, que
representa al 40% de la población mundial, más de la mitad del PIB mundial y
casi la mitad del comercio del planeta.
Precisamente, su llegada tardía le impidió estar en la
reunión convocada por Obama en la embajada de Estados Unidos en la capital
china para analizar la marcha del acuerdo de Alianza Transpacífico (TPP, por
sus siglas en inglés), en cuyas negociaciones participa México junto con otros
once países.
Pero arrecian las críticas por este viaje, en un México
azotado por la violencia vinculada a la droga y el crimen organizado que
prosperan amparados por la impunidad.
Incluso Amnistía Internacional reprochó al presidente que su
viaje demuestra "poco interés en hacer frente a la grave situación de
derechos humanos en México".
El sábado por la noche, un pequeño grupo radical atacó el
emblemático Palacio Nacional, en el corazón de la capital mexicana, tras una
manifestación multitudinaria y pacífica que reflejó el hartazgo de la población
con la clase política.
Peña Nieto tiene previsto proseguir su viaje para asistir
los días 15 y 16 en Brisbane (Australia) al G20.
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