lunes, 28 de abril de 2014

Obama aterriza en Filipinas para reforzar la cooperación Militar


AFP

El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó este lunes a Filipinas para fortalecer los lazos de defensa en la última etapa de una gira por Asia realizada en un contexto de tensión territorial entre los aliados de Estados Unidos y China.

Obama voló a Manila desde Malasia, donde horas antes los aliados habían firmado un nuevo acuerdo de defensa que permite el aumento de la presencia militar estadounidense en Filipinas.

Filipinas mantiene una disputa territorial con China sobre la soberanía de unos atolones en el mar de China Meridional, que avivó las tensiones en el continente asiático.

"Nuestro objetivo no es oponernos a China. Nuestro objetivo no es contener a China", dijo Obama durante una rueda de prensa con el presidente filipino, Benigno Aquino. "Nosotros vemos con agrado el ascenso pacífico de China. Tenemos una relación constructiva con China", dijo Obama.

A su paso por Japón, Corea del Sur y Malasia, Obama reiteró que las pequeñas naciones no deben sentirse intimidadas por las grandes, en referencia a los conflictos territoriales cada vez más frecuentes con Pekín.

Conflictos territoriales

El presidente de EEUU, Barack Obama (i), estrecha la mano de su homólogo de Filipinas, Benigo Aquino, el 28 de abril de 2014 en Manila
Al inicio de su viaje, Obama dejó claro que los tratados de defensa firmados entre Estados Unidos y Japón cubren también las islas administradas por Tokio en el mar de China Oriental bajo el nombre de Senkaku, y que China reivindica con el nombre de Diaoyu. "El acuerdo entre EE.UU y Japón cubre específicamente el territorio bajo administración japonesa", dijo el adjunto del consejero de seguridad nacional, Ben Rhodes.

Sin embargo, respecto a la disputa territorial con Filipinas, los funcionarios estadounidenses no creen que el acuerdo de defensa firmado entre ambos países este lunes incluya esta cuestión. "Con respecto a algunas de las difíciles cuestiones territoriales que estamos analizando, es difícil especular sobre ellas, ya que implican situaciones hipotéticas en el mar de China Meridional", añadió Rhodes.

El acuerdo entre Manila y Washington, por una duración de diez años, permitirá una mayor presencia norteamericana en el archipiélago, sin que ello implique el estacionamiento permanente de tropas norteamericanas en el país, como ocurrió durante décadas.

"Una cooperación más estrecha entre las fuerzas (armadas) estadounidenses y filipinas permitirá mejorar sus capacidades conjuntas de entrenamiento y operativas, respondiendo más rápidamente ante una serie de situaciones", afirmó el presidente norteamericano en un mensaje escrito a la cadena de televisión local ABS-CBN.

Filipinas fue sede de dos de las mayores bases militares estadounidenses en el extranjero hasta 1992, cuando Manila puso fin al arrendamiento de estas bases en un contexto de creciente sentimiento antiestadounidense.

Con el aumento de la inquietud regional respecto al ascenso chino, Manila ha buscado reforzar en los últimos años sus vínculos militares con Washington.

El acuerdo con este archipiélago, de casi 100 millones de habitantes, es visto como un elemento más de los esfuerzos de Obama para 'recentrar' la posición militar, política y económica de su país en Asia.

El presidente norteamericano ha reiterado en varias ocasiones que su estrategia de reconcentrar su posición en Asia no mira a contener el aumento de la influencia china en la región.


Sin embargo, los responsables estadounidenses también culpan a China del aumento de las tensiones en la región por las disputas fuera de sus aguas territoriales.

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