Medio millón de pies tablares de madera provenientes de la
Reserva de Biosfera Bosawás fueron decomisados en 2013 por el Instituto
Nacional Forestal, Inafor, informó William Schwartz, director de dicha
institución, quien señaló que le preocupa la fuga de este producto por puntos
ciegos de ambas fronteras.
“No podríamos decir cuánto habrá salido por otros puntos,
pero sí sé que no decomisamos toda la madera que salió ilegal. Hay puntos
ciegos. En el caso de Bosawás, en el caso de Nueva Segovia, la madera no va por
las carreteras, sino que pasa a Honduras, y en el lado sur sale para Costa
Rica”, señaló Schwartz.
Por su parte, el doctor Jaime Incer Barquero, científico y
ambientalista, señaló que hay más de un camino en el tráfico de madera.
“Mover madera no es de un caminito y se necesitan
carreteras, así que bien se puede revisar las vías y ver su estado para conocer
por dónde sale la madera”, comentó Barquero.
Hay esfuerzos
El ambientalista señaló que hay esfuerzos por parte del
Batallón Ecológico para reducir el tráfico ilegal de madera, y una de las
medidas fue no permitir la salida de esos cargamentos por la noche o en fines
de semana, dada la reducción de la vigilancia, la detección de permisos falsos
y la debilidad de algunos funcionarios.
“Aquí se violan las leyes de Áreas Protegidas y de Seguridad
Fronteriza, y los procedimientos y controles”, alegó el ambientalista.
Otras acciones
El director del Inafor aseguró que a pesar de las
debilidades no están cruzados de brazos, y que a nivel centroamericano el grupo
técnico de bosque conformado por todos los directores de la región, están en
diálogo para trabajar un convenio fronterizo de cooperación mutua, que permita
detener a los traficantes de madera, dado que todos los países del istmo tienen
el mismo problema.
El funcionario reconoció que no tienen un control total del
territorio, pero que están tecnificándose, dejando afuera la labor artesanal
para adoptar tecnología de punta que ayude a aminorar la tala ilegal.
Red de puestos
En la
actualidad, los puntos de vigilancia están principalmente en manos del Batallón
Ecológico del Ejército de Nicaragua, pero uno de los proyectos del Inafor es
crear una red de puestos de control, donde permanecerán por 24 horas los
funcionarios, vigilando los camiones que transitan con madera y llevando
registros con equipamiento informático.
“En Nueva
Segovia tenemos el puesto de control en Mozonte, y se hará otro en Santa Clara,
lugar clave de tránsito de madera. En el caso de Bosawás, es un área
protegida y eso lo administra el Marena, pero nuestra responsabilidad está en
el control de la tala, en el decomiso y en el castigo de los hechores”, comentó
William Schwartz, director ejecutivo del Inafor.
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