El papa Francisco investirá mañana, en el que será el primer
Consistorio público de su pontificado, a 19 arzobispos para ingresar en el
Colegio Cardenalicio, cuyos miembros menores de 80 años eligen a un nuevo
pontífice en el caso de que el anterior muera o renuncie. Entre ellos estará el
nicaragüense Leopoldo Brenes.
Los nuevos purpurados recibirán de manos del papa un anillo,
símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia, y el capelo
cardenalicio, rojo como la sangre de los mártires que dieron su vida por
defender su fe.
A cada uno de los 19 nuevos cardenales se les asignará
también una iglesia o diaconía en Roma, como señal de su nuevo deber contraído
con respecto al cuidado pastoral de la ciudad corazón del catolicismo en ayuda
del pontífice.
Francisco seguirá el mismo tipo de ceremonia creada desde el
cuarto Consistorio de Benedicto XVI, en el que los fastos se redujeron a una
única jornada, y se espera que continúe con el tradicional modo de proceder en
este acto solemne, si bien el papa argentino es conocido por sus improvisaciones.
En la basílica de San Pedro
El ritual, que se celebrará en la basílica de San Pedro del
Vaticano, se abrirá pues con la lectura de la fórmula de creación de cardenales
por parte del papa, quien proclamará a continuación a los 19 nuevos purpurados.
Previamente el papa habrá pronunciado una homilía y una
lectura del Evangelio.
El nuevo cardenal Loris Francesco Capovilla, antiguo
secretario del papa Juan XXIII, no estará presente en la ceremonia por motivos
de salud debido a su avanzada edad, 98 años.
Uno a uno, el resto de los 19 cardenales se acercarán y se
arrodillarán ante Francisco, quien les impondrá el birrete rojo en sus cabezas
mientras pronuncia las tradicionales palabras destinadas al nombramiento de
nuevos purpurados.
"(Esto es) rojo como signo de la dignidad del oficio de
cardenal, y significa que estás preparado para actuar con fortaleza, hasta el
punto de derramar tu sangre por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y
armonía entre el pueblo de Dios, por la libertad y la extensión de la Santa
Iglesia Católica Romana", proclamará.
A continuación, Francisco les entregará el anillo
cardenalicio "signo de esa dignidad, de solicitud pastoral y de más sólida
unión con la Sede del Apóstol San Pedro".
Rezo del Padrenuestro
Tras la
entrega a cada cardenal de la "Bula de Creación de Cardenales", la
asignación de diaconías y el intercambio del beso de la paz entre los nuevos
miembros del Colegio Cardenalicio y el papa, ellos y los fieles rezarán juntos
el Padrenuestro.
Al día siguiente,
Francisco presidirá la concelebración de la Santa Misa con los nuevos
cardenales, quienes a su vez oficiarán una Eucaristía en cada una de sus nuevas
iglesias romanas en los días siguientes.
De los 19
nuevos cardenales nombrados por Francisco, tres de ellos superan los 80 años,
como el español Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, y,
por tanto, no serán electores en el caso de celebración de Cónclave.
Entre los 16 restantes, se encuentran cinco nuevos
purpurados latinoamericanos, seis europeos, dos africanos, dos asiáticos y un
canadiense.
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