La
matrícula en secundaria, que en 2013 fue de 332,653 estudiantes, ha crecido
apenas 10% en los últimos diez años, y de 10 alumnos que ingresan a primer año,
solo cinco logran terminar quinto. La causa: falta de interés, falta de dinero,
y necesidad de que el menor trabaje. Esto último, especialmente en el campo.
Los datos
se desprenden del informe de Progreso Educativo Nicaragua 2014, publicado la semana
pasada por el organismo Foro Eduquemos. Según especialistas en educación, los
números implican también un desaprovechamiento del bono demográfico, que es
clave para el desarrollo del país.
El informe
de Progreso Educativo Nicaragua 2014 muestra que en 2004 la tasa de matrícula
en secundaria fue de 39.9%, y en 2013 de 50.1%. La tasa de retención para
llegar al quinto año disminuyó, al pasar de 59.6% en 2004 a 54.7% en 2012, a
pesar de que en 2010 llegó a ser del 61.0%.
No hay
interés
El mismo
estudio, realizado con base en datos oficiales disponibles, refleja que las
razones de inasistencia a dicho nivel educativo, son “la falta de interés”:
38.1%; “la falta de dinero”: 26.2%, y “el trabajo o labores del campo”: 15.3%.
A ello se
suma que el 51.8% de los 479,398 niños, niñas y adolescentes excluidos del
sistema educativo en 2013, fueron adolescentes de entre 13 y 17 años, que no
ingresaron a la educación secundaria.
De acuerdo
con el especialista en Educación, y uno de los autores del informe, Cefas Asensio
Florez, la razón por la que los adolescentes no tienen interés de entrar o en
permanecer en la educación secundaria, es que esta no responde a las
necesidades e intereses propios de su edad.
Educación
no es pertinente
“La
secundaria es la fase preparatoria para el desempeño técnico o profesional en
el ámbito laboral de manera autónoma o como empleado; atiende el rango de edad
donde las personas comienzan a plantear sus proyectos de vida en lo laboral y
familiar, donde empiezan a analizar cómo resolver sus problemas económicos y
sus problemas afectivos”, refirió.
El
presidente del Foro Eduquemos, Ernesto Medina, señaló por su lado que la
situación de rezago en secundaria se debe en gran parte a que, en los últimos
años, los esfuerzos que ha hecho el Ministerio de Educación, Mined, para
mejorar la matrícula y la permanencia, han estado enfocados en primaria.
En ese
sentido, recordó que el gasto por cada alumno de primaria es el doble del gasto
por cada alumno de secundaria. Según estimaciones hechas con base en el
Presupuesto General de la República 2014, la inversión en un estudiante de
primaria es de US$239, y en uno de secundaria es de US$194.
“La
secundaria requiere de atención y decisiones especiales, porque atiende a
personas que están en edad productiva o cercanos a la edad productiva, y si el
país no les da la oportunidad de mejorar su nivel educativo, están condenados
al trabajo informal y con mala paga, lo cual trae repercusiones negativas para
el país”, reflexionó Medina.
Reforma es
necesaria
Medina
insistió en que si la actual población joven no recibe la formación suficiente
para que en los próximos 15 años perciba buenos salarios y cotice al Seguro
Social, no habrá cómo responder a la población que en ese momento demandará
pensiones.
Florez
agregó, que el hecho de que el 45% del “desgrane” de la matrícula en secundaria
se dé en primer año, es signo de que no hay una articulación entre la primaria
y la secundaria, por lo que al momento de entrar a este último nivel, el
estudiante sufre un choque de modelo y se desmotiva.
“Cuando
culmina un ciclo e inicia otro, surgen problemas de continuidad de estudios,
porque el estudiante no se adapta a los nuevos ciclos académicos. En la
secundaria, el estudiante requiere mayor concentración e independencia porque
se enfrenta a un mayor nivel de complejidad intelectual”, explicó.
Docencia es
clave para garantizar permanencia
En los
últimos diez años, la secundaria ha mantenido una tasa de docentes empíricos
superior al 40%, y para el especialista Cefas Asensio Florez, la
profesionalización de los maestros es clave para garantizar la permanencia de
los estudiantes.
“El actual
docente de secundaria está preparado para desarrollar una metodología
tradicional y vertical, donde el docente es un transmisor de conocimientos bajo
el supuesto de que el estudiante no sabe nada y es un receptor pasivo”, afirmó
el especialista.
Medina, en
tanto, calificó como positivo que este año el Mined, en conjunto con el Consejo
Nacional de Universidades, CNU, inició un programa para profesionalizar a 4,000
docentes de secundaria, quienes también recibirán computadoras portátiles. Sin
embargo, opinó que cualquier intervención que se haga en este momento, debe ser
sostenible en el tiempo, y garantizar un cambio real en la educación
secundaria.
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